Porque para mì el èxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin desesperarse y tomàndolo con humor. Te invito a reìr conmigo de mi misma.



martes, 9 de febrero de 2010

Desorientaciòn vocacional - Segunda parte

Llegò el momento de cursar el quinto año del bachiller. Sentimientos de alegrìa y nostalgia anticipada se mezclan a causa de la temible llegada de la finalizaciòn de esta etapa, para muchos, la màs hermosa de la vida de un adolescente. Recuerdos de tantos momentos inolvidables que quedaràn por siempre atesorados en el alma vienen a nuestra mente constantemente. Comenzamos a sentir la tristeza y el vacìo que dejan esos amigos que se van, mucho antes de la separaciòn. Resuenan las primeras frases y canciones de despedida. Ese año que comienza como el mejor de toda la escuela secundaria debido al famoso viaje a Bariloche tan añorado por todos los estudiantes, se transforma en uno de los màs difìciles de atravesar, no sòlo por la finalizaciòn de un ciclo de la vida, sino por las decisiones que se deben tomar; y no cualquier decisiòn, sino la que definirà tu camino a recorrer de ahì en adelante.
Por supuesto yo ya tenìa mi camino a seguir resuelto, como les mencionè anteriormente, pero la duda comenzò a desintegrar esa elecciòn cuando obligadamente tuve que participar en el famoso curso de orientaciòn vocacional.
Luego de charlas aburridìsimas, de explorar folleterìa de famosas facultades, de escuchar miles de datos sobre las diversas carreras y dònde podìas cursarlas, llegò el test final donde debìa plasmar en una hoja utilizando un collage de fotos, dibujos, frases mis caracterìsticas personales e intereses. No recuerdo bien còmo se componìa mi producciòn gràfica pero sì recuerdo la respuesta de la "supuestamente orientadora". Sin pensarlo demasiado me dijo que debìa seguir una profesiòn que tuviera que ver con lo social (¡justo a mì me va a decir eso, que tengo menos experiencia social que un mudo manco!), algo que tenga que ver con ayudar al pròjimo en sìntesis: "podès estudiar psicologìa, o ser una gran asistente social, pensalo". ¡¿Què?! No entendìa nada. ¿Por què mencionò el "pensalo"? ¿Por que si elijo otra cosa voy a frustrarme? ¿Por que no voy a servir? ¿Què me habrà querido decir?
Asi fue como algo que debiò servir para confirmar mi gran elecciòn de años atràs se convirtiò en una pesadilla.
Finalmente decidì seguir con la primer y ùnica opciòn (a mi entender), me rehusaba a abandonarla argumentando que la profesora no me habìa llegado a conocer realmente luego de unas pocas clases, mientras que el resto de mis compañeros totalmente desorientados en un principio aseguraban haber encontrado aquel cartel indicador, que antes no podìan ver, en medio de la nada.
Luego de varias averiguaciones me enterè de otro pequeño obstàculo, la carrera para ser veterinaria sòlo se dictaba en La Plata, sinònimo de "a una hora y media en la Costera de mi casa". O tambièn estaba la opciòn de conseguir un trabajo y mudarme hacia aquel lugar. Demasiados cambios. ¿Què hacer?
Despuès de meditar largo tiempo sobre todas las opciones me decidì por empezar con una carrera corta medianamente màs cercana, conseguir un trabajo y si al cabo de esos años aùn seguìa con la idea original, emprender la gran travesìa. Y asì fue como cambiè el delantal seguramente lleno de pelos y pisotones de tierra y barro, por otro delantal con bolsillo enorme para guardar hebillas perdidas, pañuelos para emergencias de llanto y estornudos espontàneos, tizas, dibujos de crayòn autografiados con letra extraña en idiomas desconocidos, y miles de besos voladores que llevaba a mi casa luego de una jornada cansadora pero llena satisfacciones.
Y luego de estudiar, obtener el tìtulo y hacer la experiencia he decidido con la misma convicciòn de años atràs, que este delantal no lo cambio por nada del mundo, porque es el mejor y el màs hermoso que podrìa llevar puesto, el delantal de "la seño" de tantas personitas maravillosas que cruzaron por mi vida a lo largo de estos años y que llevo guardados en lo profundo del corazòn.

2 comentarios:

  1. Parece que la elección fue acertada y si te ponés a pensar tiene un punto de conexión con lo que arrojó como resultado el test...no?

    El amor por los bichos lo podés mantener igual aunque no lo estudies, eso es lo bueno.

    Sigo acá leyendo, gracias por avisarme de tu existencia.

    besotesssssssss

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  2. ¡Seguro que sì! No me arrepiento de la elecciòn.
    Gracias por pasar. ¡Hasta pronto!

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